Efectos del concurso sobre los contratos

Efectos del concurso sobre los contratos

Efecto de la insolvencia en los contratos

Por regla general, la legislación belga en materia de insolvencia no aborda la cuestión de los derechos de propiedad intelectual o los acuerdos de licencia en caso de procedimiento de insolvencia. Por lo tanto, su destino estará sujeto a las disposiciones generales de la legislación belga en materia de insolvencia, que varían en función del tipo de procedimiento de insolvencia de que se trate.

En Bélgica existen dos procedimientos principales de insolvencia, la quiebra (faillite/failissment) y el saneamiento judicial (réorganisation judiciaire/gerechtelijke reorganisatie). Cada uno de ellos tiene objetivos diferentes: el procedimiento de quiebra tiene por objeto liquidar el patrimonio y liquidar la empresa, mientras que la reorganización judicial tiene por objeto garantizar la supervivencia de la empresa o de sus actividades.

La quiebra conlleva la desinversión del deudor y el nombramiento de un administrador (curador). La desinversión se extiende, en principio, a todos los activos del deudor, ya sean materiales o inmateriales, pero no afecta a la propiedad de los bienes.

Por lo tanto, el inicio del procedimiento de quiebra no tendrá ninguna repercusión directa sobre la existencia y la titularidad de los derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, la empresa en quiebra ya no tiene el control de esos derechos, ya que el control se transfiere al administrador, cuyas decisiones se guiarán por el interés de la masa de acreedores (la masse/de boedel).

La insolvencia en el derecho contractual

a) El procedimiento preconcursal puede abrirse si el tribunal establece la existencia de una insolvencia inminente, es decir, si el tribunal concluye que el deudor no podrá hacer frente a sus obligaciones existentes en la fecha de su vencimiento.

– en el Registro del orden de prelación de las obligaciones de pago que lleva la Agencia Financiera (Financijska agencija), el deudor tiene registradas una o más obligaciones no liquidadas para las que existía una base válida de pago y que deberían haberse cobrado, sin necesidad de una nueva aprobación por parte del deudor, de cualquiera de sus cuentas, o

  Firmar contratos

– el deudor se retrasa más de 30 días en el pago de los salarios a los empleados en virtud de un contrato de trabajo, de la normativa laboral, de un convenio colectivo o de una normativa especial, o de otro documento que regule las obligaciones de los empresarios con los empleados, o

– el deudor no paga en un plazo de 30 días las cotizaciones y los impuestos correspondientes a los salarios a los que se refiere el párrafo anterior, a contar desde la fecha en la que debía efectuar el pago de los salarios a los empleados.

Derecho concursal

En mi nuevo libro sobre el Derecho de la insolvencia de las empresas, he decidido situar la descripción en un nivel más general y escribirlo como un libro de texto general que trata del Derecho de la insolvencia como tal, con los principios, las ideas y las características generales del Derecho de la insolvencia, utilizando únicamente la legislación nacional como ejemplo. En este sentido, a lo largo del libro se considera el derecho inglés, francés, alemán y estadounidense. He elegido estas jurisdicciones porque representan sistemas de insolvencia líderes en el mundo, aunque con diferencias típicas, y sus leyes son modelos para muchos otros estados. La aplicación de este enfoque comparativo merece la pena, ya que abre los ojos al núcleo de los problemas específicos, revela los puntos fuertes y débiles de las soluciones nacionales y desvela los principios básicos y los criterios esenciales para resolver los problemas prácticos. Esto se ilustrará con dos ejemplos.

En primer lugar, cuando la empresa deudora ha alquilado un inmueble que se utiliza para almacenar mercancías, ¿se resuelve automáticamente el contrato de arrendamiento al abrirse el procedimiento de insolvencia o tienen el administrador concursal o el arrendador un derecho de resolución extraordinario? La respuesta es negativa en Alemania, ya que la legislación alemana sobre insolvencia prevé la continuidad de los contratos de arrendamiento (aunque sólo para los bienes inmuebles). Esto lleva a una aplicación -aunque modificada- del derecho contractual general: el arrendador no puede rescindir el contrato de forma extraordinaria, ni por la insolvencia del arrendatario ni por las rentas atrasadas debidas antes de la apertura del procedimiento de insolvencia. Por otra parte, el administrador concursal también se remite al derecho contractual general, con la excepción de la reducción de los plazos de rescisión legales o contractuales a tres meses. Las cosas son diferentes en Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos. En estas jurisdicciones, los contratos de arrendamiento no se rescinden automáticamente al abrirse el procedimiento de insolvencia, sino que están sujetos a la elección del administrador concursal de asumir o rechazar el acuerdo. Esta última solución prescinde totalmente de los intereses del arrendador, lo que es discutible en virtud del principio de proporcionalidad.

  Contrato joven

Efectos del concurso sobre los contratos
del momento

Es importante que el tribunal determine desde el principio si el Reglamento se aplicará al procedimiento y, en caso afirmativo, de qué tipo de procedimiento se trata (véanse los apartados 41.25 y 41.26).    En el caso de Inglaterra y Gales, se han introducido cambios en los Reglamentos y formularios pertinentes para garantizar que la cuestión se examine en la fase adecuada [nota 1].

En lo que respecta a la liquidación obligatoria y la quiebra, la única circunstancia en la que no se aplicará el Reglamento es cuando el deudor tenga su centro de intereses principales (comúnmente denominado “COMI”) (véase la parte 5) en un país que no esté en la UE, o esté en Dinamarca, que, aunque esté en la UE, no está sujeta al Reglamento (véase el apartado 41.7).    Sin embargo, en los casos en los que no existe una dimensión transfronteriza, la aplicación del Reglamento no tendrá ningún efecto práctico.

  Periodo de prueba de contratos

En virtud del Reglamento, cualquier empresa que tenga su centro de intereses principales (véase la parte 5) en un Estado miembro puede ser sometida a un procedimiento de insolvencia empresarial en ese mismo Estado miembro, independientemente de dónde esté registrada.    El caso no publicado de Enron Directo SA, en el que se demostró que una empresa registrada con arreglo a la legislación española tenía su centro de intereses principales en Londres y, posteriormente, fue objeto de una orden de administración en Inglaterra y Gales, es un ejemplo de este principio.    En otro caso, el tribunal de Inglaterra dictó órdenes de administración contra las filiales (con sede en Alemania y Francia) de una empresa estadounidense sobre la base de que las empresas se gestionaban desde la oficina inglesa.    Esta decisión fue objeto de una serie de recursos, en gran parte procedentes de Francia, donde se intentó abrir un procedimiento separado contra la filial francesa.    Estos recursos fueron rechazados a pesar de que los franceses alegaron que no se debería haber abierto un procedimiento contra la filial francesa por motivos de orden público [nota 2].

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